jueves, 22 de enero de 2009

Caricias y juegos sexuales entir el cuerpo de la otra persona y de obtener placer en estos encuentros.


Caricias y juegos sexuales entir el cuerpo de la otra persona y de obtener placer en estos encuentros.

A partir de que se empiezan a vivir relaciones amorosas con personas de tu edad durante el periodo de la adolescencia, surgen mayores deseos de sentir el cuerpo de la otra persona y de obtener placer en estos encuentros.

Es así como se puede llegar a las caricias o juegos sexuales, que son expresiones placenteras con otra persona sin llegar a la penetración. Pueden ser besos, tocamientos, caricias, y masajes en los genitales con fines eróticos (autoestimulación mutua).

Este tipo de juegos generalmente se viven de manera progresiva, primero con caricias sobre la ropa y tiempo después explorando la desnudez del otro.

Además estas experiencias permiten, poco a poco, familiarizarce con los genitales de la otra persona y con las reacciones que tiene ante la excitación sexual. Todo esto sirve de preparación para el encuentro coital. A veces se cree que la sexualidad genital sólo se vive en el coito.

También se considera que solo a través de la introducción del pene en la vagina, se puede obtener placer o alcanzar el orgasmo.

Sin embargo, estos juegos y caricias son expresiones importantes de la sexualidad y fuentes de mucho placer. Muchos y muchas adolescentes que deciden postergar el momento de tener relaciones sexuales coitales, encuentran en este tipo de juegos una vía adecuada para vivir su genitalidad.

Se debe tener cuidado con aquellos juegos en los que los genitales desnudos de ambas personas (el pene y la vagina) se rozan, llegando a colocar la punta del pene en la vagina como parte de las caricias eróticas. Esto porque cuando el hombre está excitado, sale por su pene un líquido que contiene espermatozoides que pueden entrar en la vagina. Además si el hombre eyacula cerca de la vagina, la rapidez con que se mueven los espermatozoides les puede permitir entrar a la vagina. Todo esto trae el riesgo de un embarazo o del contagio de una ETS y VIH-SIDA, por lo que se recomienda que el varón se ponga un preservativo, aunque no vaya a penetrar a la mujer, para que ambos se protejan.

Es importante que la pareja converse sobre estas cosas, para que no exista presión por ninguno de los miembros que lleve a la otra persona a hacer o participar en juegos sexuales que no le resulten agradables. Por eso es muy importante respetar las decisiones de cada uno y tener claridad sobre lo que se quiere hacer y cómo se quiere hacer.

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